Existen muchos tipos de mamparas para la ducha. La mejor opción que puedes elegir dependerá del uso que le des al baño y del espacio que tengas disponible. Los modelos más comunes son estos:

• Mamparas de ducha correderas: Estas son ideales para para baños pequeños o incluso medianos. El motivo es porque no requieren de espacio extra para la apertura de la puerta.
• Mamparas de ducha abatible: Debido al tipo de apertura, que suele ir siempre hacia afuera de la ducha, requieren de más espacio por lo que son recomendables para baños algo más amplios.
• Mamparas de ducha plegable: Ideales para instalar en platos de ducha reducidos. Su apertura estilo plegable permite a este tipo de mampara adaptarse a un baño muy pequeño.
• Mamparas de ducha fija: Posiblemente son las más modernas y minimalistas. Son ideales para baños medianos y grandes, ya que dan una gran sensación de amplitud.

En baños estrechos o con obstáculos, mamparas de ducha con apertura de corredera o plegable pueden ser muy prácticas. Para espacios amplios, las mamparas que mejor pueden encajar son las abatibles o las fijas.

• Corredera: tiene uno o varios cristales que deslizan sobre guías gracias a las ruedas que se instalan en ellos. Es segura, cómoda y evita salpicaduras.
• Abatible: Es un cristal con la misma función que una puerta. Según el estilo, puede girar solo hacia el exterior o hacia el interior y el exterior. Esta ofrece una apertura total, pero necesita espacio para poder moverse.
• Plegable: El cristal se pliega como un acordeón, lo que permite optimizar el paso incluso en baños muy estrechos.

• Mampara ducha fija: Compuesta por un panel de cristal. Su estética es minimalista, muy sencilla de instalar y de fácil limpieza. Ideal para duchas amplias y medianas.
• Mampara de ducha con puerta: Esta puede ser abatible, corredera o plegable. Ofrece algo más protección frente a las salpicaduras por su estilo cerrado.

Si dispones de un espacio amplio y quieres un diseño limpio, una mampara fija es la mejor opción. Si por el contrario quieres más seguridad y privacidad, opta por una mampara con puerta.

• En casi todas las mamparas se suele tener un grosor estándar en el vidrio templado de 6 a 8 mm, aunque existen modelos de 4 (más ligeros) y de 10 mm (más robustos). Vamos a ver los dos más

  • 6 mm: tienen un equilibrio perfecto entre ligereza y resistencia.
  • 8 mm: es más estable y firme.

  También hay que añadir que, sea el grosor que elijas, este lleve un tratamiento antical incorporado en el cristal que evite la acumulación de cal y suciedad y te acabe facilitando la limpieza. Además, elige siempre un cristal templado de seguridad. En caso de rotura, estos se fragmentan y evitan lesiones mayores.

Depende de la forma del plato de ducha y el espacio:

• Plato de ducha rectangular o cuadrado: podrás instalar casi cualquier tipo de mampara (fija, corredera, etc.).
• Plato de ducha semicircular o angular: las mamparas curvas o plegables son la mejor opción para este estilo de platos.
• Plato de ducha en esquina: sin duda la mejor opción es una mampara de ducha angular con hojas abatibles o correderas.

• Si quieres mantener el cristal impecable, lo mejor es limpiarlo tras cada uso con un limpiacristales o una rasqueta de goma.
• Debes usar productos específicos para el antical o soluciones naturales como el vinagre blanco.
• No uses limpiadores abrasivos que puedan dañar el tratamiento antical o los perfiles.
• Revisa una vez al año rodamientos, bisagras y perfiles para asegurar que funcionen bien.